Palos en Valencia y paseíllo en Mallorca. Mientras en Madrid y Barcelona apuestan por el juego como remedio a nuestros problemas del paro. En Valencia se originó el escenario dónde la policía actuó de manera desproporcionada ante las protestas de estudiantes de enseñanzas medias. Las imágenes que han dado la vuelta al mundo, nos confirman en la línea de que la policía actúa igual en Valencia o Barcelona, así como en otros escenarios de nuestras sociedades democráticas. Los jóvenes no verán igual a la policía cuando se sienten agredidos, no sólo ellos, sino cualquier ciudadano que pasará por cerca de la manifestación. Gracias a la tecnología, los vídeos del móvil se convierte de manera instantánea en testigo de cargo de la descarga policial. Nadie dimitirá, en Valencia es imposible. Un jefe de la policía con sueños ultraderechistas que se permite tildar a los jóvenes de “enemigos” y una Delegada del Gobierno que alaba la bondad policial. Un Ministro del Interior que primero dice que hubo abusos, un sindicato policial que le llama “miserable” por criticar la actuación policial y posteriormente, una rectificación en sentido contrario, y, por último, un Ministro de Educación que habla de “manifestación violenta” y que no tenía nada que decir del porqué se manifestaban los estudiantes. Hay que reconocer que el Ministro de Educación parece perseguir la notoriedad. Eliminar la asignatura de “Educación para la Ciudadanía” porque los alumnos son adoctrinados por profesores que repiten mecánicamente lo que les dice el PSOE, le parece a él y a la derecha –cada vez más reaccionaria-, algo natural, mientras que en clase de religión se habla de la divinidad de Jesús como algo natural y que no requiere ninguna reflexión de carácter crítico.
1959 Una descripció de l'Espanya de 1954, feta per Simone de Beauvoir*: "(...). Encontré pocos cambios, salvo en Tossa, que se había vuelto un sitio feo y turístico. La miseria había aumentado todavía más; en algunos lugares de Barcelona y en casi toda Tarragona, las calles eran albañales donde pululaban niños hambrientos, mendigos, inválidos y prostitutas desmirriadas. Se veía que Franco cuidaba la capital: había arrasado los barrios miserables que yo había visto en 1945; pero ¿en dónde había ubicado a sus habitantes? Los edificios que se habían construido en esos parajes alojaban a funcionarios de situación holgada". (pág.305)
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