El lunes 7 de noviembre fue elegido por los dos grandes partidos para su cara a cara televisivo en TV1. Escenario faraónico y dos bustos parlantes que hablaban sin escucharse. Los bloques temáticos dieron poco de sí. No hubo propuestas globales ni por supuesto planes que vayan más allá de cuatro años. Nadie planea proyectos nacionales para dentro de 25 años. Un plazo que a estas alturas de la crisis es un tiempo inimaginable. Nada de que ofrecer para las generaciones que vendrán. Sólo estrategias a corto plazo. Preguntas de los candidatos que no se contestaban, pose de Rajoy como futuro Presidente. Rubalcaba lanzando preguntas que sabía que el otro no iba a responder. Cifras y datos, pero no anuncios de futuro ni proyectos compartidos. La crisis no se gestiona ni en el Congreso ni el Moncloa. Se dirige desde otros escenarios, BCE, Berlín y París. Cierto, somos la cuarta economía europea, pero somos periféricos. Deberían habernos dicho que nuestra capacidad de maniobra es muy li...