El verano se instala en España y la gente se toma un respiro para afrontar un retorno lleno de dudas y problemas, por más que los índices macroeconómicos pretendan animarnos. Pero en España hay algunos que no se toman vacaciones. Son los desalmados de ETA. El último atentado perpetrado en Burgos nos recuerda los únicos argumentos que saben: bombas y pistolas.
Los detalles del atentado, realizado con nocturnidad y alevosía, han dejado 54 herido (leves) y unos destrozos materiales importantísimos. Las fotos son elocuentes. Nuestra repulsa y condena para esos asesinos que solo aspiran a salir en las noticias. La sociedad debe volcarse en las víctimas y darles todo el apoyo moral y económico que sea necesario. La ciudad de Burgos se agrega a las ciudades y pueblos,que han tenido que soportar y padecer la furia asesina de ETA. Esto hace imposible que el terrorismo de ETA se pueda solucionar como algunos querrían en la CAV. Es un problema de todos porque todos somos potenciales víctimas de esos mal nacidos.
Los detalles del atentado, realizado con nocturnidad y alevosía, han dejado 54 herido (leves) y unos destrozos materiales importantísimos. Las fotos son elocuentes. Nuestra repulsa y condena para esos asesinos que solo aspiran a salir en las noticias. La sociedad debe volcarse en las víctimas y darles todo el apoyo moral y económico que sea necesario. La ciudad de Burgos se agrega a las ciudades y pueblos,que han tenido que soportar y padecer la furia asesina de ETA. Esto hace imposible que el terrorismo de ETA se pueda solucionar como algunos querrían en la CAV. Es un problema de todos porque todos somos potenciales víctimas de esos mal nacidos.
Los partidos políticos volverán momentanéamente a unirse contra del terror. El mensaje de ETA es simple: rendición o muerte. Un Estado de Derecho debe garantizar la libertad y la seguridad. Por ello debe desplegar todos los instrumentos legales para impedir que ETA y sus servicios auxilares puedan presentarse a ningún elección. ¿Qué pasa con los simpatizantes (sic)? Que se lo hagan mirar.
La lucha partidista está bien, pero en asuntos de terrorismo lo que cabe es la unidad. El mensaje de ETA es un recordatorio que la democracia tiene un cáncer y que debe ser extirpado. Y para ello todos deben ayudar en la desaparición y desligitimación de esos mensajes de "etnitización de lo nacional” (Slavoj Zizck) que el nacionalismo ha despositado durante las últimas décadas.
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