Voy a contar mi experiencia, triste, como militante de base de UPyD. La necesidad de un partido político que fuera más allá y más acá del PSOE y PP, amén del desapego nacionalista, hizo que la aparición en escena de un nuevo partido, UPyD encabezado por Rosa Díez fuera una tercera vía en las agotadas aguas de la política nacional. En Cataluña la onda nacionalista es imparable. Las lecciones de CiU han sido un buen ejemplo de lo que había que hacer. Los partidos de izquierda –sea eso lo que fuere- han hecho bandera del nacionalismo. El tripartito ha sido el resultado de haber comprendido que los agravios pasados y futuros son un excelente combustible para ganar elecciones. Es verdad que Cataluña tiene un papel importante en el escenario político nacional. CiU ha sido un partido que ha dado estabilidad a los gobiernos del PSOE y el PP en Madrid. Todos alababan la centralidad de un partido que ofrecía –a cambio de trasferencias- estabilidad en la acción parlamentaria. CiU era expres