En política la máxima que dice "Rectificar es de sabios" no siempre es adecuada. Esto es lo que ha sucedido por los recortes presupuestarios en el Ministerio de Fomento - vivimos en el siglo XXI, pero utilizamos palabras que vienen del XIX-, de la mano de su titular J.Blanco.
Afirmar la necesidad de recortar infraestructuras - en el modelo social-demócrata, la utilización del gasto público para situaciones de emergencia, por ejemplo,la crisis actual, era una receta que se había utilizado de forma recurrente y era admitida por buena parte de la doctrina económica-, debido al déficit público, era una opción política que habrá hecho feliz al partido de la oposición (PP), pero dejaba en suspenso una cantidad de obra iniciada o por iniciar que dejaba en mala situación a los gobernantes de las diferentes autonomías. Cataluña era una de ellas. Desde los Ayuntamientos a las CC.AA, pasando por el el gobierno Central, todas ellas son gobierno de España. Sin embargo, el titular de Fomento afirmó enfáticamente que quedaban congeladas las obras hasta que la coyuntura económica fuese más benévola.
Muchos Ayuntamiento han puesto el grito en el cielo, no tanto por la paralización de las obras, como por el modo de enterarse de ellas, através de la prensa. Ayer, por ejemplo, pase por la localidad de Castejón de Sos (Huesca) que tiene como particularidad que para acceder a esta localidad hay que pasar por un puente estrechísimo que sólo admite un vehículo. Esta anomalía lleva décadas y es como una especie de atracción turística. Justo al lado de ese puente se ve la construcción de un nuevo puente -ya era hora, pensarán los habitantes de Castejón de Sos- a medio construir. No sé si esta obra está en los planes de paralización o no, pero no parece serio que se puedan paralizar obras que tienen un impacto importante en las localidades que se estaban construyendo. ¿Acaso cuando se estaban iniciando no se tenía en cuenta los costes? ¿No estaban contabilizadas las obras en los presupuestos? ¿No estaban adjudicadas las obras con el correspondiente importe?
Se dice que rectificar es de sabios, pero en el caso de Fomento, la sensación de improvisación y equilibrismo de la peor especie parece la tónica de ese Ministerior. Suerte tiene el Ministerio de utilizar a los controladores aéreos como espantapájaros para ocultar su ineficacia. Respecto a Cataluña, el Ministro ha hablado con el Conseller del ramo para decirle que algunas obras que se había anunciado su paralización se podrán realizar. No parece un método muy serio que entre Administraciones el mecanismo para coordinar las infraestructuras sea está. Pero estamos en vacaciones. La inflación aprieta. Mejor seguir el serial de los malvados del verano, se llaman controladores y están en el Ministerio de Fomento.
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