¿Qué pasaría si lo que está sucediendo en Cataluña no fuera más que una espectacular puesta en escena por parte de CiU? Si lo que no quiero que salga –la independencia- la proclamo de forma dramática, siempre puedo conseguir réditos electorales. El gobierno de Mas ha elevado a cotas insospechadas los recortes, muy superiores al cualquier otra autonomía. Con las próximas elecciones del 25 de noviembre CiU aspira, nada menos, que a la mayoría absoluta. La jugada es extraordinaria. Se mata la indignación por los recortes sociales y de paso de sustituye por la idea de una Cataluña independiente. Si se mira la historia de los últimos treinta años, la deriva soberanista es nueva, al menos, en su discurso más electoralista. Los años del pujolismo –peix al cova- y su posibilismo de bajo vuelo, hace que esta nueva etapa sea, de momento, tenida, al menos en Madrid, como puro teatro. El gobierno central sigue su carrera triunfal hacia el desastre. Cuanto más nos dicen, a estas altura