La CUP decidió ayer no investir a A.Mas para presidir la Generalitat. En el artículo del Ara del día de hoy S.Cardús, La paraula és “emancipació” saluda el fin de este proceso, no porque lo deseará, sino por las oportunidades que permite. Como dice con acierto, la CUP ha entrado en el reino de lo real, y su confrontación ha sido la negativa a investir President a A.Mas. Lo extraño, no ha sido el resultado, previsible, sino la sobreactuación de los restantes agentes institucionales. Se les hace responsables del descarrilamiento del Procés. Habría que preguntarse como en estos meses los negociadores del Junts pel Si, no fueron lo suficientemente perspicaces para darse cuenta que la CUP, también tiene limitaciones, como todos. En la búsqueda de culpables, se le ha achacado su sistema asambleario. Decía F.Savater, poco proclive al independentismo, que los partidos clásicos, y su estructura piramidal, convertían sus congresos, en “ resultados norcoreanos ”, donde se ac