A una semana vista de las elecciones municipales, europeas y autonómicas, allí dónde se hace, la amalgama de partidos, es un hecho incontestable. El bipartidismo de la etapa de la transición se acabó. Ahora, los electores pueden escoger entre un abanico amplio de posibilidades, especialmente en las municipales. Una característica de todas las elecciones, es la contumaz persistencia de los candidatos que nunca se rinden. Aspiran a ser reelegidos “in aeternum” (para siempre). Una de las tristes razones es que la profesionalización de la política, hace que más allá del cargo, no tienen, muchos, demasiadas posibilidades en el ámbito de la empresa privada o el ámbito público. Así que se aferran al cargo porque se juegan su propia supervivencia. Es verdad que los partidos políticos, recolocan a sus fieles servidores. Adiós al bipartidismo, y hola la fragmentación del voto. Las apariciones de Podemos, Cs, ahora, tristemente, Vox, a nivel nacional hacen que la fragmentación supo...