Passa al contingut principal

Entrades

S'estan mostrant les entrades amb l'etiqueta fútbol

El Rey premia a los ganadores

Mi abogado me ha dicho que debo exaltar a la Autoridad. No hay límites en este caso. Así que siguiendo su consejo, me voy a dedicar a exaltar las extraordinarias virtudes que adornan a nuestros gobernantes y por extensión quien este revestido de Autoridad. Para empezar el sábado 21, con motivo de la final de un partido de fútbol, entre millonarios venidos de todas partes del mundo, hubo una parte de los espectadores que silbaron un tema musical que al parecer no les gustó. Ni que decir tiene, que la megafonía se volvió ronca de tanto volumen a que fue sometida. La Autoridad disfruto del colorido de las banderas de los equipos. Estaba prohibido el amarillo porque se no es suficientemente fashion. La policía que siempre está a nuestro servicio, hizo una requisa de ese color atroz que algunos aficionados pretendían herir los ojos a sus vecinos. La Autoridad desde el palco se miraba el espectáculo como si de Emperadores Romanos se tratase. A los vencedores se les obsequi...

Nostalgias futboleras

Silbar es un placer

Semana de pasión

Se acaba la “semana santa” en una sociedad aconfesional. Las costumbres son las costumbres. El negocio montado alrededor de expresiones religioso-festivas son muy importantes. Intereses y devoción se dan la mano. Además siempre nos queda el fútbol para evadirnos de una realidad poco amable. La guerra PP y PSOE sigue su curso. Cualquier excusa es buena. Y la excusa la da el desaguisado que la propia Audiencia Nacional ha dado en el caso de Troitiño. Su excarcelación ha servido para un ajuste de cuentas –uno más- entre los partidos mayoritarios. Los portavoces son dignos de mención. Mayor Oreja y Trillo por parte del PP. Mayor Oreja tiene el papel de hooligan oficial. Se puede decir cualquier barbaridad y no pasa nunca nada. De ahí que los voceros mediáticos deben pensar y con razón que ellos también pueden hacer ese papel. Trillo da lecciones de virtud. Como dijo en su día Montesquieu, incluso la virtud debe tener límites. Mientras Rajoy deja hacer. Empieza a ser una seña de identid...