Leo en la prensa y en las declaraciones de responsables de todo orden la felicidad por la consecución del 80% de la compañía Spanair.
Como ciudadano veo con cierta perplejidad que una línea aérea acapare todo el interés de nuestras instituciones: Generalitat, Ayuntamiento, Fira de Barcelona, Turismo de Barcelona, amén del sector privado.
Sé que detrás de todo esto se quiere potenciar que Barcelona sea un nudo de comunicaciones internacionales con el resto del mundo, o sea, que los aviones no tengan parada forzosa en Madrid.
Desconozco las necesidades reales de si es necesario tener dos aeropuertos transcontinentales, simplemente parece una batalla de orden político y no económico, claro que siempre van de la mano y no es fácil determinar uno y otro. El mercado debería determinar la viabilidad de dos aeropuertos. Desde el gobierno central, se hizo una apuesta por Madrid, dejando a Barcelona en segundo plano. El modelo de AENA ha sido criticado desde diferentes frentes como anticuado.
Deberíamos empezar a dejar que la compañía empiece su andadura empresarial para ver a donde nos conduce. La propia dinámica empresarial y la demanda determinará la viabilidad de unas empresas -las compañías aéreas - que están afectadas por dificultades de todo orden. Competencia con las empresas de bajo coste que han revolucionado dicho mercado. La desaparición de nombres míticos del mundo aéreo que se asociaban a los estados. Nunca como ahora se ha democratizado tanto los viajes, y ahora resulta que las compañías tienen problemas ¿no parece una paradoja?.
De momento, algunos dejarán volar la imaginación pensando que Barcelona será el centro de comunicación transcontinental y que además, tendrán líneas propias, Air Catalunya suena bien. Veamos a donde nos lleva ese vuelo.
Como ciudadano veo con cierta perplejidad que una línea aérea acapare todo el interés de nuestras instituciones: Generalitat, Ayuntamiento, Fira de Barcelona, Turismo de Barcelona, amén del sector privado.
Sé que detrás de todo esto se quiere potenciar que Barcelona sea un nudo de comunicaciones internacionales con el resto del mundo, o sea, que los aviones no tengan parada forzosa en Madrid.
Desconozco las necesidades reales de si es necesario tener dos aeropuertos transcontinentales, simplemente parece una batalla de orden político y no económico, claro que siempre van de la mano y no es fácil determinar uno y otro. El mercado debería determinar la viabilidad de dos aeropuertos. Desde el gobierno central, se hizo una apuesta por Madrid, dejando a Barcelona en segundo plano. El modelo de AENA ha sido criticado desde diferentes frentes como anticuado.
Deberíamos empezar a dejar que la compañía empiece su andadura empresarial para ver a donde nos conduce. La propia dinámica empresarial y la demanda determinará la viabilidad de unas empresas -las compañías aéreas - que están afectadas por dificultades de todo orden. Competencia con las empresas de bajo coste que han revolucionado dicho mercado. La desaparición de nombres míticos del mundo aéreo que se asociaban a los estados. Nunca como ahora se ha democratizado tanto los viajes, y ahora resulta que las compañías tienen problemas ¿no parece una paradoja?.
De momento, algunos dejarán volar la imaginación pensando que Barcelona será el centro de comunicación transcontinental y que además, tendrán líneas propias, Air Catalunya suena bien. Veamos a donde nos lleva ese vuelo.
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