La Caja Castilla-La Mancha ha tenido que ser salvada de sus propios gestores. El gobierno y el Banco de España han tenido que ir a su rescate. Noticias de última hora, parecen indicar que las cuentas no son las que reflejarían en verdadero estado de cuentas. De momento, los gestores de la entidad, el Sr. Juan Pedro Hernández Moltó, ex-diputado del PSOE, destituido. Éste directivo tiene como currículum haber dicho una frase memorable (1994) : "Míreme a la cara", a un M.Rubio gobernador del Banco de España (atrapado en el escándalo Ibercorp).
Cuando el gobierno se reune de urgencia (domingo), junto al Banco de España, y de esta reunión sale un comunicado en el que se destituye a los gestores de la Caja, no vale decir, que todo está controlado. Parece que hay problemas de líquidez. La inyección de dinero público, mediante aval, supone cerca de 9000 millones de euros. ¿Por qué se ha actuado con tanto parsimonia? ¿No sería porque en el presidente de la Comunidad es socialista?
El sr. Solbes se ha cansado de decirnos que el sistema financiero español es el más solvente de Europa. Y nosotros nos lo creemos. ¿Y ahora qué? Sigue insistiendo que la solvencia del sistema es insuperable, pero con noticias como esas, no parecen las más idoneas para aumentar su credibilidad. Los problemas de la Caja son ir más allá de lo razonable. El problema de las Cajas que al parecer tienen tanto interes los políticos por controlar -por ejemplo, en la Comunidad de Madrid-, tienen un estatuto jurídico que las hace practicamente públicas, a pesar de tener gestores privados, y ahora, cuando hay apuros, las arcas públicas deben rescatarlas.
Las próximas semanas iremos enterandonos de los entresijos del porque no hubo acuerdo entre esta Caja y Unicaja que quería integrarla. Saldrán los motivos, las incompetencias, los prestamos suicidas,etc. Será el momento de que el sr. Hernández Molto mire a la cara a los clientes de la entidad de la Caja para decir porque se ha llegado a esto.
El PP ha aprovechado la ocasión para lanzar sus rayos catódicos y mediáticos para encrespar más la situación, el sr. Montoro, se esta haciendo imprescindible en el papel del malo de la película, con sus denuncias catastrófistas. Me imagino que hubiera pasado si en vez de ser Caja Castilla-La Mancha hubiese sido Caja Manlleu, o Sabadell, etc., se hubiera dicho que en Cataluña todo va manga por hombro. Este tipo de situaciones requiere la cabeza fría y actuar según marca la ley y la oportunidad política, de lo contrario, la sensación de pánico y descontrol puede llegar a cotas insospechadas. Y no hay para tanto.
Cuando el gobierno se reune de urgencia (domingo), junto al Banco de España, y de esta reunión sale un comunicado en el que se destituye a los gestores de la Caja, no vale decir, que todo está controlado. Parece que hay problemas de líquidez. La inyección de dinero público, mediante aval, supone cerca de 9000 millones de euros. ¿Por qué se ha actuado con tanto parsimonia? ¿No sería porque en el presidente de la Comunidad es socialista?
El sr. Solbes se ha cansado de decirnos que el sistema financiero español es el más solvente de Europa. Y nosotros nos lo creemos. ¿Y ahora qué? Sigue insistiendo que la solvencia del sistema es insuperable, pero con noticias como esas, no parecen las más idoneas para aumentar su credibilidad. Los problemas de la Caja son ir más allá de lo razonable. El problema de las Cajas que al parecer tienen tanto interes los políticos por controlar -por ejemplo, en la Comunidad de Madrid-, tienen un estatuto jurídico que las hace practicamente públicas, a pesar de tener gestores privados, y ahora, cuando hay apuros, las arcas públicas deben rescatarlas.
Las próximas semanas iremos enterandonos de los entresijos del porque no hubo acuerdo entre esta Caja y Unicaja que quería integrarla. Saldrán los motivos, las incompetencias, los prestamos suicidas,etc. Será el momento de que el sr. Hernández Molto mire a la cara a los clientes de la entidad de la Caja para decir porque se ha llegado a esto.
El PP ha aprovechado la ocasión para lanzar sus rayos catódicos y mediáticos para encrespar más la situación, el sr. Montoro, se esta haciendo imprescindible en el papel del malo de la película, con sus denuncias catastrófistas. Me imagino que hubiera pasado si en vez de ser Caja Castilla-La Mancha hubiese sido Caja Manlleu, o Sabadell, etc., se hubiera dicho que en Cataluña todo va manga por hombro. Este tipo de situaciones requiere la cabeza fría y actuar según marca la ley y la oportunidad política, de lo contrario, la sensación de pánico y descontrol puede llegar a cotas insospechadas. Y no hay para tanto.
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