Nueva singladura en busca de apoyos inciertos. La clase política, parece no darse cuenta de las dificultades que la sociedad española está pasando. Las urnas han hablado, la sociedad ha escogida la continuidad. Ahora, toca ponerse manos a la obra. Para la izquierda, es un buen momento de atar corto al PP. Pero debe involucrarse. No vale esperar unas terceras elecciones que definitivamente, abocaría a la mayoría absoluta del PP.
La izquierda se ve en la tesitura de escoger reformas muy limitadas o bien la retórica estéril. La sociedad no sabe que escoger porque las alternativas de Podemos y Ciudadanos les parecen demasiado débiles e inseguras. Para que la sociedad tome en serio a estos partidos deberán acreditarlo en la acción política real. Aprobando leyes que mejoren las condiciones de vida de la gente. No hay varitas mágicas que sacarnos de los males que afligen a nuestras sociedades occidentales. Deben de participar en la acción de gobierno, en la oposición, con apoyos concretos allí donde sea posible llegar, en caso contrario, la sociedad soñara con un líder de hierro que a través de una retórica incendiaria, abocará al desastre, es decir, a la segmentación y al cinismo de una sociedad que quiere mejorar sus niveles de vida. No hay mucho margen de maniobra. ¡Bienvenidos al mundo de lo real!
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