Después del 1-O, las cosas ya no son lo que eran. Las
imágenes de las “fuerzas expedicionarias” apaleando a todas las personas que se
concentraban en los “colegios electores”, cerca de 900 heridos, y la cínica y
miserable respuesta del gobierno central, no deja margen para la esperanza.
Se habla de manipulación, sin embargo, los únicos que
manipulan y retuercen lo sucedido son los que han subestimado y humillado, a la
ciudadanía, más de dos millones de personas, han sido objeto de la ley del
silencio por parte de la presa unionista. Para ellos, la unidad de España, se
ha convertido, en la cortina que permite tapar lo sucedido.
El martes día 3, hubo manifestaciones contra la REPRESIÓN
POLICIAL, cientos de miles de personas se manifestaron por todas las ciudades
de Cataluña. Sin embargo, desde el unionismo, se volvió a menospreciar.
Cataluña sólo sirve para pagar facturas. Se ha echado de menos que la sociedad
española hubiera sido un poco más solidaria en la repulsa contra la actuación
inaudita de las “fuerzas represivas”.
Sabadell
Por la noche, el rey Felipe VI, habló. Felipe VI hizo
política. Pero política de la peor especie. Amenazó a un importante sector de
la sociedad catalana. No habló para nada de lo sucedido el domingo. Tampoco de
las manifestaciones del martes. Sólo habló para él y los oyentes complacientes.
No fue árbitro de nada. Felipe VI tendrá el dudoso honor de haber aumentado las
filas republicanas. Su legitimación fue una chapuza indigna de la Constitución.
Los miembros del TC, tuvieron que hacer un traje jurídico para colocarlo en el
orden sucesorio, retorciendo todo lo inimaginable. TC se mintió asimismo para
dar cabida a una elección que no era constitucional. Ese fue el pecado original
del TC. Después ha habido tanto que su credibilidad es nula.
Hay que recordar que Juan Carlos I, salió el 24-F de
madrugada para decir que el intento de golpe de Estado había sido sofocado. En
cuarenta años de ETA, el rey no salió en la televisión para mencionar nada de
lo que estaba sucediendo. Ahora, Felipe VI, es capaz de salir a defender su
negocio. Su escenificación y puesta en escena fue lamentable. Sus palabras no eran
las de un rey. Estaba claro que no quiere perder su negocio. España. Por eso,
su diatriba era demasiado humana. Estaba su futuro y el de la familia en juego.
Así que adiós a las buenas maneras y al equilibrio de poderes. ¡Nos jugamos los
garbanzos!
El miércoles el ministro
del interior, el Sr. Zoido, ha ido a saludar a
esas “fuerzas expedicionarias” en el puerto de Barcelona. Les esperaba
el buque insignia de la armada, el “Acorazado Piolín”. El Sr. Zoido, no ha
dimitido, porqué tendría que haberlo hecho, el Sr. Rajoy. Pero en el partido
del gobierno (PP), dimitir está prohibido. No se acuerdan lo que decían que no
habría referéndum, que no habría urnas ni papeletas. Que no habría nada. Pero,
si hubo referéndum, urnas y papeletas. Un FRACASO sin paliativo. Por eso, el
Sr. Zoido, fue a ver a esas “fuerzas expedicionarias”, para animarlos. Estarán contentas
esas “fuerzas represivas”. Si no hubiera las imágenes en los móviles, dirían
que todos son insidias de los “sediciosos”. Pero las imágenes circulan en las
redes sociales. La prensa internacional se ha hecho eco.
Restaurante favorito de Zoido
Así como en los peores atentados terrorista en España del 11
de marzo de 2004, el gobierno de España, intento mentir hasta el último minuto,
por cierto, el Sr. Rajoy era el aspirante del PP a las elecciones, y en ese
trágico días y posteriores, no fue capaz de desmentir las mentiras del gobierno
de su partido. Ahora, la televisión española, pagada también desde Cataluña,
tenemos que soportar la propaganda permanente del gobierno, que hace que
tengamos que buscar en Euronews, y otras cadenas extranjeras, una información
menos sesgada que las que ofrecen las cadenas estatales, sean públicas o
privadas.
Se habla de manipulación por parte de TV3, desde los
sectores que no ven parcialidad en TVE, es evidente que existe una lucha
permanente por disfrazar que lo que sucede en Cataluña. Hay un auténtico cordón
propagandístico que hace imposible saber lo que sucede en Cataluña. ¡Claro que
hay cabreo! Lo sucedido el 1-O, los que vivimos la tensión y los que la
padecieron, no olvidarán fácilmente, como actuarán “fuerzas expedicionarias”
que tenían como único objetivo REPRIMIR a la población catalana.
Para acabar de rematar la semana, dos bancos han decidido
poner su sede social fuera de Cataluña. En un mundo global, esta escenificación
no es más que cobrarse intereses por adelantado. El gobierno, ha preparado un
Decreto ad hoc, para que CaixaBanc pueda saltarse sus propios estatutos para
poder poner su sede social fuera de Cataluña. Es una medida del gobierno para
crear pánico. Sin embargo, lo que sucede es que el propio gobierno de la nación
en su obsesión por la unidad de España, preferirían una España hundida, de
hecho la deuda es impagable, a una Cataluña independiente.
Que sepamos estas beneméritas entidades bancarias o de cualquier
otra actividad, no establecían tarifas especiales por ser catalanes o
madrileños por poner un ejemplo. Recordemos que la benemérita banca deja un agujero de 50 mil millones que no podrá devolver a la Hacienda pública. Por supuesto, este gesto “patriótico” no
saldrá barato al gobierno de España. Quieren dejar a la Generalitat como un
monstruo que espanta a los inversores. Ya sabemos que el dinero es cobarde. El
gobierno de la Generalitat no puede obviarlo. Los depósitos bancarios que
respalda el BCE, ¿estarían protegidos en caso de Independencia? Ya sabemos que
con el dinero no se juega. Recuerden, ¡somos catalanes! ¡CON EL DINERO NO SE
JUEGA!
La próxima semana será clave, vivimos anclados en momentos
históricos, lo que se decida en el Parlament, tendrá repercusiones. Habrá que
estar muy atentos y tener muy claro los pros y los contras. La CUP querría la
DUI, pero ¿es eso lo que conviene a Cataluña? Sabemos que la entelequia de la
comunidad internacional, no hará nada de nada. En ese aspecto, el gobierno
central puede respirar hondo. Los gobiernos de la UE mirarán con aprehensión lo
que pueda salir del Parlament. “Mala pesa al taler”, expresión catalana para
decir que se está en un situación muy difícil. Veremos .
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