I
Las
elecciones del 21-D se han celebrado sin violencia. No ha habido despliegue de
“policía expedicionaria”, ni Piolines en el puerto*. ¿Normalidad? No. Solo
aparentemente. Con cuatro personas significadas en el Procés, el Vicipresident
Junqueras y un Conseller, Joaquim Forn y los presidentes de dos entidades
soberanistas, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart en prisión preventiva y sin fianza,
más el President Puigdemont, y los Consellers Toni Comín, Clara Ponsatí,
Meritxell Serret y Lluís Puig en el exilio forzado y forzoso en Bruselas, más
la aplicación del art.155 de la CE, de la mano e interpretación del gobierno
del PP, nada era normal.
Sin
embargo, los ciudadanos, incluido la famosa mayoría silenciosa ha votado, un
81,94% de participación. Ha repartido los votos en bloques. Una realidad
polarizada entre independentistas y unionistas. Las etiquetas valen solo como
signos de una realidad más compleja, pero valen para situarnos en el nuevo
contexto de la sociedad catalana. Del oasis catalán, denigrado por muchos, al
ahora polvorín catalán. Bloques que han generado apelaciones a las emociones y
sentimientos. Se han vilipendiado ambos. Por todas partes. Por acción u
omisión.
¿Qué
ha decido la ciudadanía en el 21-D? Ha dado a C’s un voto unionista. Una
rechazo a la deriva independentista. C’s ha ganado en votos y escaños. Su
victoria es histórica. Pero no se debe olvidar que su victoria ha supuesto el
hundimiento del PP catalán, y ha restado votos al PSC. Así que los partidos del
155, no son vasos comunicantes. Solamente, en próximas contiendas electorales,
podremos confirmar si C’s ha llegado a su techo electoral. La Sra. Arrimadas,
ha sabido capitalizar el rechazo de la mitad del electorado catalán contra el
Procés, no habrá posibilidad de afirmar que existe una mayoría silenciosa/da.
¡Todos han hablado!
La
victoria de C’s, permite constatar que el tópico de una Cataluña en el que se
manipula y se adoctrina es mentira. De lo contrario, ¿cómo explicar su triunfo?
Cataluña siempre ha sido plural, “xarnega”, mestiza, infinitamente más que en
cualquier lugar de España. La victoria de C’s, es una victoria amarga. A pesar
de su victoria electoral, el C’s no podrá gobernar. La aritmética parlamentaria
se lo impide. Cincuenta y siete escaños han obtenido el bloque unionista. Un
43,49% y 1.889.176 votantes han dado su respaldo a esta opción.
(*) Al escribir estas notas, estaba en un error garrafal. Si estaban esas fuerzas expedicionarias. ¿Por qué seguían aquí?.
(*) Al escribir estas notas, estaba en un error garrafal. Si estaban esas fuerzas expedicionarias. ¿Por qué seguían aquí?.
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