Este es el titular del día. La Fiscalía sigue la senda marcada por el anterior Fiscal General del Estado. La nueva Fiscal , nombrada por el gobierno del PSOE, no ha movido nada de lo que el anterior dejo atado. Se felicita el gobierno de la independencia de la Fiscalía.
El anterior gobierno del PP, envío al TS una cuestión política para que se solucionara vía Codigo Penal. No en vano, la instrucción calamitosa del Magistrado-instructor, Pablo Llarena, ha puesto al TS en una situación límite.
Así como una STS sobre hipotécas, ha hecho reaccionar a su Presidente, por las consecuencias económicas que puede tener la aplicación de la resolución, ahora, ¿no debería estar planteándose otra reacción, por las consecuencias para la convivencia en Cataluña? Es cierto, aún debe juzgarse. La presunción de inocencia se ha vuelto invisible con respecto a los representates de la ciudadanía catalana. ¿Podrá el TS acordar el inicio del juicio, sin estar presente el anterior responsable del ejecutivo catalán?
Rebelión para la Fiscalía y sedición para la Abogacía del Estado, que curiosamente, no pide la reitegración de perjuicio económico que supuestamente tuvo el Estado. Así, ¿por qué la Abogacía del Estado solicita pena? La respuesta es que la Abogacía del Estado es el lobby que pretende salvaguardar sus intereses particulares. Curiosamente, ambos estamentos, tiene hilo directo con el poder ejecutivo. Si Pedro Sánchez, hubiese querido rebajar la tensión y reconducir la situación no tenía más que volver a instar a la Fiscalía General, una nueva intepretación de los hechos. Pero no ha sido así, porque electoralmente, no le salen los votos. Sin embargo, espera de los partidos independentistas que aprueben los presupuestos por el bien del propio PSOE.
Pedro Sánchez debe pensar que ahora mismo, sería suicida, cambiar la tipificación penal que el PP –Fiscal General del Estado- impulso. Prefiere no tocar nada, para evitar una coalición –problable- entre Cs-PP-Vox. Sacrificar a la sociedad catalana, deben pensar en el PSOE es un precio aceptable, para poder transmitir la imagen de un gobierno que acepta la división de poderes.
El TS tiene una sensibilidad muy fina con los poderes económicos, esperemos que lo tenga para dos millones de personas que votan independentismo, y que ahora mismo, se sienten escarnecidas y humilladas.
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