Una parte del anterior Govern de la Generalitat, son llevados a Madrid, para enfrentarse a las acusaciones que deberán dirimirse en el TS. Llama la atención la premura con la que son llevados. Sabemos que el juicio, si se celebra, será a partir del 12 de febrero, la pregunta es ¿por qué se les traslada cuando faltan dos semanas? ¿No sería más sensato trasladarlos cuando faltasen unos días?
A parte de una alguna carga policial de los Mossos y el vídeo grabado desde una furgoneta policial, el traslado ha sido una muestra del circo mediático en que se va a convertir el juicio. Desde el infierno en que debe cocerse a fuego lento el anterior Fiscal General, las acusaciones se han mantenido contra viento y marea. El relato oficial, no es más que un atestado de la Guardia Civil, que como ya hemos dicho en otras ocasiones, son consideradas actas definitivas de la Verdad Absoluta.
Si eso es así, ¿qué final habrá que esperar? El TS, tendrá que retorcer las interpretaciones de la ley para poder hacer encajar los tipos penales con los relatos del juez-instructor y la fiscalía. El TS sabe que tiene un problema gravísimo. Su credibilidad está en cuestión. Qué el Presidente de la Sala que enjuiciará el caso, Manuel Marchena tuviera que renunciar a presidir el TS y el CGPJ, por supuestas amistades con Ignacio Cosidó y sus particulares bravatas, resulta surrealista. En vista de semejante dislate, una parte de los acusados del Procés, han recusado, sin éxito, Manuel Marchena. Habrá que esperar.
Comentaris
Publica un comentari a l'entrada