Lo sucedido en Barcelona el miércoles 29 de septiembre al amparo de la huelga general resulta un síntoma preocupante. Quienes protagonizaron los enfrentamientos y destrozos en el mobiliario público y en escaparates son denominados "antisistema" expresión que quiere decir cualquier cosa. Sin embargo, no puedo resistirme a reproducir un fragmento de Fernández Buey que aparece en su "Guía para una globalización alternativa. Otro mundo es posible". En ella perfila a los actores que son múltiples dentro del movimiento antiglobalización. Entre ellos están los movimientos okupas. En un momento determinado dice lo siguiente: " (...) Aunque el rechazo del trabajo institucionalizado no implica la negativa a cualquier forma de trabajo (por ejemplo, a aquellas tareas más directamente vinculadas a actividades contraculturales artísticas y creativas), sí crea una disponibilidad de tiempo que puede ser utilizado en la organización de acciones directas, manifestaciones, campañ...