La banda de desalmados de ETA han vuelto a actuar (30-7-09) sobre las 14,15h, esta vez en Palma de Mallorca. Su objetivo celebrar los cincuenta años de ETA. Su celebración ha causado la muerte a dos guardias civiles. El atentado terrorista ha sido llevado a cabo mediante una bomba lapa. Las víctimas tenían entre 28 y 29 años. Desde aquí -se acaban los adjetivos para la condena de estos asesinato estériles, todos son estériles- acompañar en el dolor a las familias y compañeros de los dos jóvenes guardias civiles asesinados cuando realizaban su trabajo.
No sé si en alguna herriko taberna se habrá jaleado ese nuevo monumento a la infamia, si lo han hecho confirma su autismo ideológico y miseria moral. Seguramente los asesinos tendrán la misma edad o aún más jóvenes. Las comparaciones aquí son odiosas, pero ¿cómo se puede actuar con ese fanatismo? Los jóvenes asesinado dedicaban su carrera profesional y su vida al servicio de la sociedad, mientras que unos desalmados que se autodenominan salvapatrias han asesinado a dos servidores públicos. Por otro lado, las imágenes del atentado en Burgos, parecían más de Bagdad o Kabul.
Es hora de un esfuerzo interno y externo (ámbito internacional) para erradicar cualquier apoyo a esa banda de criminales. El ministro de asuntos exteriores debería tener instrucciones precisas del Parlamento para una ofensiva a gran escala para explicar que la banda asesina ETA no son ni separatistas ni luchadores por no se sabe qué, sino una banda terrorista, y como tal pueda ser perseguida y puesta a disposición judicial.
Lo que quiere ETA es sembrar dudas y discordia, pero la sociedad no puede permitirse que el desánimo le haga vacilar, es lo que quieren los terroristas, y además, se lo debemos a estos dos jóvenes guardia civiles que han dejado su vida, así como a todas las víctimas de ETA y del terrorismo.
No sé si en alguna herriko taberna se habrá jaleado ese nuevo monumento a la infamia, si lo han hecho confirma su autismo ideológico y miseria moral. Seguramente los asesinos tendrán la misma edad o aún más jóvenes. Las comparaciones aquí son odiosas, pero ¿cómo se puede actuar con ese fanatismo? Los jóvenes asesinado dedicaban su carrera profesional y su vida al servicio de la sociedad, mientras que unos desalmados que se autodenominan salvapatrias han asesinado a dos servidores públicos. Por otro lado, las imágenes del atentado en Burgos, parecían más de Bagdad o Kabul.
Es hora de un esfuerzo interno y externo (ámbito internacional) para erradicar cualquier apoyo a esa banda de criminales. El ministro de asuntos exteriores debería tener instrucciones precisas del Parlamento para una ofensiva a gran escala para explicar que la banda asesina ETA no son ni separatistas ni luchadores por no se sabe qué, sino una banda terrorista, y como tal pueda ser perseguida y puesta a disposición judicial.
Lo que quiere ETA es sembrar dudas y discordia, pero la sociedad no puede permitirse que el desánimo le haga vacilar, es lo que quieren los terroristas, y además, se lo debemos a estos dos jóvenes guardia civiles que han dejado su vida, así como a todas las víctimas de ETA y del terrorismo.
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