El verano sigue su curso. Hemos tenido de todo. Asesinatos y atentados cometidos por asesinos. Corrupción. El caso Gürtel sigue su curso -afecta al PP-. Declaraciones explosivas de la Sra. Cospedal del PP acusando al gobierno de actuar contra la oposición mediante escuchas telefónicas y vaya a saber que más. La muerte de un futbolista. La herida gravísima de un torero. Declaraciones de la Sra. Ministra de Defensa asegurando la importancia de tener las tropas españolas en tierras lejanas. Subsidios de paro que requieren perfiles imposibles. Una medalla de oro de atletismo. Fútbol veraniego. Etcétera.
La reunión de PP de esta mañana ha servido para confirmar un mal endémico de los partidos políticos. Su imposibilidad para rectificar. Se lanza la acusación sin pruebas y se deja que la afirmación hecha en la residencia veraniega de la Sra.Cospedal -secretaria general del PP-, siga su propia dinámica. Han dicho que llegarán hasta el infinito y mucho más. Incluso a las instituciones europeas. Se ve que no tienen mucha confianza en las propias instituciones españolas - el poder judicial-. Veremos como se desarrolla esta triste historia. Parece que en el PP deben tener secretos importantísimos, pues, los espías hacen cola para saber, primero con caso de la Comunidad de Madrid, ahora éste presunto caso. Desde la perspectiva ciudadana la perplejidad que provoca semejantes denuncias y contraréplicas del gobierno dejan seriamente tocada a las instituciones.
El gobierno de España - como le gusta anunciarse en los mensajes institucionales-, se haya metido en un buen problema. Lo que está pasando en Afganistán es no solamente preocupante sino un despropósito. La ONU acabo avalando el desaguisado de la anterior Administración estadounidense. El despliegue de tropas se ha ido incrementando en la misma proporción que la violencia talibán -afganos- se ha ido extendiendo y la situación de la población civil y especialmente de las mujeres no solo no ha mejorado sino que va camino de empeorar. La próximas elecciones entre Karzai y Abdulà expresan el vacío existente en política. ¿Es legitimo unas elecciones en plena guerra? El actual presidente Sr. Karzai acaba de aliarse con uno de los señores de la guerra. ¿Qué ha pasado desde los valiente luchadores por la libertad -talibanés- contra los soviéticos se hayan convertido en los enemigos de Occidente? La respuesta está en la importancia estratégica de Afganistán como paso de oleoductos desde el Asia central hacia Occidente y que Afganistán llegará a ser para Al Qaeda (La base) el centro logístico de su red mundial terrorista.
¿Y qué pasa con España? ¿Por qué debemos quedarnos? Según el gobierno no somos un ejército ofensivo sino que tenemos una misión humanitaria. ¿Tiene sentido que la ONU avale con su presencia la deriva integrista -talibán- que el gobierno afgano trata de impulsar? ¿Acaso estamos condenados a perpetuarnos en una zona de conflictos interminables? España debería replantearse el significado de su misión, pues, las posibilidades de creación de un estado islámico "moderado" parece más factible que nunca visto los últimos movimientos. Y para ese resultado nuestra presencia está de más.
La reunión de PP de esta mañana ha servido para confirmar un mal endémico de los partidos políticos. Su imposibilidad para rectificar. Se lanza la acusación sin pruebas y se deja que la afirmación hecha en la residencia veraniega de la Sra.Cospedal -secretaria general del PP-, siga su propia dinámica. Han dicho que llegarán hasta el infinito y mucho más. Incluso a las instituciones europeas. Se ve que no tienen mucha confianza en las propias instituciones españolas - el poder judicial-. Veremos como se desarrolla esta triste historia. Parece que en el PP deben tener secretos importantísimos, pues, los espías hacen cola para saber, primero con caso de la Comunidad de Madrid, ahora éste presunto caso. Desde la perspectiva ciudadana la perplejidad que provoca semejantes denuncias y contraréplicas del gobierno dejan seriamente tocada a las instituciones.
El gobierno de España - como le gusta anunciarse en los mensajes institucionales-, se haya metido en un buen problema. Lo que está pasando en Afganistán es no solamente preocupante sino un despropósito. La ONU acabo avalando el desaguisado de la anterior Administración estadounidense. El despliegue de tropas se ha ido incrementando en la misma proporción que la violencia talibán -afganos- se ha ido extendiendo y la situación de la población civil y especialmente de las mujeres no solo no ha mejorado sino que va camino de empeorar. La próximas elecciones entre Karzai y Abdulà expresan el vacío existente en política. ¿Es legitimo unas elecciones en plena guerra? El actual presidente Sr. Karzai acaba de aliarse con uno de los señores de la guerra. ¿Qué ha pasado desde los valiente luchadores por la libertad -talibanés- contra los soviéticos se hayan convertido en los enemigos de Occidente? La respuesta está en la importancia estratégica de Afganistán como paso de oleoductos desde el Asia central hacia Occidente y que Afganistán llegará a ser para Al Qaeda (La base) el centro logístico de su red mundial terrorista.
¿Y qué pasa con España? ¿Por qué debemos quedarnos? Según el gobierno no somos un ejército ofensivo sino que tenemos una misión humanitaria. ¿Tiene sentido que la ONU avale con su presencia la deriva integrista -talibán- que el gobierno afgano trata de impulsar? ¿Acaso estamos condenados a perpetuarnos en una zona de conflictos interminables? España debería replantearse el significado de su misión, pues, las posibilidades de creación de un estado islámico "moderado" parece más factible que nunca visto los últimos movimientos. Y para ese resultado nuestra presencia está de más.
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