Acabo de visionar el vídeo del discurso del rey para estas navidades. Se ha centrado especialmente en la crisis económica. Ha utilizado el arsenal de estilo en estos casos: productividad, competitividad, crecimientos, nuevo modelo productivo, etc,. Ha hablado de espíritu de superación, apelación al orgullo, honradez. Ha focalizado a los diferentes colectivos que están sufriendo la crisis, desde los jóvenes, a los comerciantes, pensionistas. Se hace difícil compaginar las buenas intenciones con la realidad de los hechos. Tenemos una tasa de paro juvenil escandalosa, pero al mismo tiempo, el "mercado" pide a España que amplíe la edad de la jubilación, como si ese fuese el remedio a todos nuestros males. No ha indicado que ese mercado solo tiene un tiempo de medida, el corto plazo y un interés, el beneficio y unos agentes, el particular; mientras que esa dinámica prime sobre el interés general, estamos perdidos. La política debe gobernar la economía. Cuando nuestros gobernantes