En España y Cataluña las cosas lejos de mejorar parece que empeoran. Las recetas para reajustarnos siguen viento en popa. El Roto ofrecía una viñeta devastadora que deja poco margen para la retórica, o mejor dicho, las instituciones que deberían velar por los intereses de los ciudadanos están desaparecidas ante la avalancha de las cifras macroeconómicas, y ante esta situación nos mandan prietas las filas y apretar los dientes y el cinturón.
1959 Una descripció de l'Espanya de 1954, feta per Simone de Beauvoir*: "(...). Encontré pocos cambios, salvo en Tossa, que se había vuelto un sitio feo y turístico. La miseria había aumentado todavía más; en algunos lugares de Barcelona y en casi toda Tarragona, las calles eran albañales donde pululaban niños hambrientos, mendigos, inválidos y prostitutas desmirriadas. Se veía que Franco cuidaba la capital: había arrasado los barrios miserables que yo había visto en 1945; pero ¿en dónde había ubicado a sus habitantes? Los edificios que se habían construido en esos parajes alojaban a funcionarios de situación holgada". (pág.305)
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