Ayer la ministra de defensa Carmen Chacón afirmo en rueda de prensa que se retiraba de la pugna de primarias en el PSOE. Según la ministra tenía claro que quería concurrir con un programa socialdemócrata. Pero que dadas las circunstancias –división del partido e inestabilidad del gobierno- creía que no se daban las condiciones adecuadas para presentarse.
¡Un sacrificio para la estabilidad del PSOE! No parece muy creíble. Pero indica un auténtico malestar de fondo. El Congreso que llevó a Zapatero a la dirección del partido ha supuesto un considerable descalabro. La figura del presidente ha sido muy negativa. Llevaba todas las buenas intenciones, pero el resultado ha sido calamitoso. La falta de actores de altura a lastrado su etapa gubernamental. La salida de Solbes marco el principio del fin. Ahora es fácil de entender la salida del anterior ministro de Economía y Hacienda. La crisis está ya en marcha pero el gobierno no quería aceptarlo. Se seguía gastando a manos llenas y dilapidando todo lo acumulado en la anterior etapa de bonanza económica. Así las cosas, Chacón a dado un paso atrás. ¿Por qué debería pagar ella los platos rotos de los desastres electorales? Su perfil ha sido bajo. Nunca ha dicho nada que no fuera el guión preestablecido. Supongo que por eso ha subido hasta conquistar un puesto en el gobierno. Nadie le va echar de menos. Al menos en el PSC de Cataluña.
Tal vez se pueda pensar que prefiere que se queme Rubalcaba en las próximas elecciones del año próximo y dejar el terreno despejado para un retorno a la dirección del PSOE. Sin embargo, es un poco probable esta opción, porque quiera o no su figura está asociada a Zapatero. La posibilidad de un desastre electoral requerirá de una nueva refundación del partido. Y eso requiere caras nuevas con proyección. Una posible figura sería la de Eduardo Madina entre otros posibles candidatos.
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