El tiempo no perdona nada. En plena crisis económica, con la vuelta al cole de los pequeños y los gastos que parecen de mayores, la subida de precios del inicio de temporada, los despidos en la hostelería y demás catástrofes, ahora, ni fútbol que llevarse a los ojos.
Todo es culpa de ZP. La Liga Profesional de Fútbol (LPF) y la AFE (Asociación de Futbolistas Españoles) no llegan a un acuerdo sobre un fondo de compensación. Ya sabemos que el fútbol reproduce la injusta distribución de nuestras sociedades. Hay varias ligas en la Liga. Barça y Madrid en un plano, le siguen cuatro o cinco clubes que aspiran a soñar, otros a mantenerse en primera división y otros en no bajar al infierno de segunda división. El dinero está exclusivamente en primera división, pero sólo generan ingresos los grandes.
Así que de momento la Liga descansa. Es cierto que hay muchos futbolistas que no son Mesi o Ronaldo, pero hay también cientos de miles de trabajadores que las pasan canutas para llegar a final de mes. Probablemente, los trabajadores deberían fijarse, en la solidaridad entre futbolistas millonarios y aquellos que no lo son.
Verano caluroso, sin fútbol, pero con el Papa. Madrid se ha visto inundada de jóvenes de todo el mundo. Han ido por Rouco y sus amigos los obispos, sino por el Papa que a pesar de su falta absoluta de carisma han querido estar con él.¡Todos los gastos están pagados! En tiempos de crisis la fe en una realidad trascendental que adquiere carácter de consuelo, también de compromiso activo. Se habla de más de un millón de personas en las concentraciones papales. Casi lo mismo que cuando ganan Barça o Madrid que la gente se moviliza para ver a sus héroes con sus copas. En cambio, no son capaces de movilizarse por los recortes sociales o limitaciones a los derechos ciudadanos. Mientras esto sea así, habrá que conformarse con pan y circo.
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