El día 21-D estamos convocados a elecciones al Parlament de Catalunya. La cosa no pasaría de ahí, si no fuera porque esta convocatoria es producto de un auténtico golpe a las instituciones. Después de la proclamación y suspensión de la DIU, el gobierno central – en minoría parlamentaria- a través del art.155 de la CE, ha intervenido la Autonomía, destituido al gobierno legítimo, y posteriormente, ha utilizado la Fiscalía para encausar y meter en prisión al gobierno de la Generalitat, junto a los representantes de Òmnium Cultural y la ANC.
Estos representantes llevan dos meses en prisión preventiva, sin posibilidad de fianza. Se les acusa de delitos gravísimos, que en Bélgica, por ejemplo, no serían delitos. Una parte del gobierno de Cataluña, incluido su President, Carles Puigdemont, junto con Toni Comín, Clara Ponsatí, Meritxell Serret y Lluís Puig están libremente en Bélgica, pero sabiendo que en el momento de volver al territorio gobernado por el PP, serán detenidos y encarcelados. Mientras, el Vicepresidente Oriol Junqueras y Joaquim Fons, siguen en prisión preventiva, sin posibilidad de fianza.
Dadas estas circunstancias, las elecciones el 21-D tienen todos los ingredientes para ser “históricas”. En una democracia esto que está sucediendo en Cataluña con el visto bueno del resto de España es una anomalía de primer orden. Se hace difícil entender el silencio cómplice de buena parte de esa ciudadanía. Excepto, que el delito atroz que se les imputa, es nada menos que romper la unidad de España.
Viendo lo que está sucediendo, muchos hemos llegado a la conclusión que no queremos estar en un Estado que utiliza todos los medios, legales, alegales e ilegales para destruir una Autonomía como la catalana. La Operación Cataluña, donde nada menos que un ministro del Interior, el Sr. Fernández Díaz y un Fiscal Anticorrupción de Cataluña, así como una trama de Comisarios y excomisarios, junto que la inestimable ayuda de libelistas de acreditado abolengo derechista, conspiraron contra partidos y personas que daban apoyo al independentismo. De toda esa trama la Fiscalía General del Estado no ha querido saber nada.
Una Autonomía la catalana intervenida, unos representantes legítimos en prisión o en un exilio forzado, unos contrincantes políticos que no tienen el menor atisbo de sentirse afectados porque sus oponentes estén en prisión, unos medios de comunicación que utiliza la mentira como forma de propaganda, y sobre todo un odio que trasladan a los “otros” sin ningún miramiento.
En estas elecciones, el bloque del Art. 155 sólo ofrece lo único que pueden ofrecer, desmantelar la Autonomía catalana y sus competencias. El TC, algún día deberá pronunciarse sobre la aplicación de dicho artículo. Es evidente, que el gobierno central (PP) está centrifugando las competencias propias de la Generalitat. Así que el bloque del art.155, PSC, Cs y PP, quieren ser los nuevos gestores de una autonomía vaciada de contenido y sentido.
La ciudadanía tendrá que escoger. O bien bloque del art.155 o bien deberá optar por aquellos partidos que querían la independencia. Si, quedan otros que se llaman asimismo de izquierdas, pero que no soy capaz de entender sus señas de identidad.
(Porcentaje de votos de los partidos según la media de encuestas)
Los partidos del Art.155, saben que estas elecciones, son un test para las generales. Lo que suceda aquí, no tiene la menor importancia allí. El PP posiblemente acabe en 5ª posición, lo cual nos demuestra que para ellos, Cataluña es una tierra extranjera. Eso sí, sus candidatos, serán recompensados en Madrid. Las encuestas son un arma arrojadiza contra el adversario. Son poco fiables. Algunas interesadas o descaradamente mentirosas. Fragmentación y división política en torno al Art.155.
He dicho antes que no entiendo a los presuntos partidos de izquierda. Descarto al PSC que ya no sé que es. Admitiendo que Catalunya en Comú y En Comú Podem, sólo los nombres ya confunden al elector, tienen la llave de la gobernabilidad. Sin embargo, no sabemos lo que quieren. Quieren la paz mundial. Quieren el Estado Palestino. Quieren un mundo verde. Un mundo sin armas. Quieren humo. Los resultados dependerán de la participación, y está será probablemente muy alta. Hay militancia para participar. Los del 1-O volverán, no querrán olvidar lo sucedido ese día en los colegios electorales. Los que no participaron, también querrán participar, ahora sí, con el visto buenos de la autoridad competente.
Los resultados, son ajustados. Se descarta, en principio, una victoria del bloque del 155. Quien sale peor parado es el PP. Entre otras razones, porque Cs recoge ese voto. Tampoco sale mal parado el PSC, pero con el hándicap que no volverá en mucho tiempo, a tener responsabilidades de gobierno. Tanto el PSOE como el PSC se sienten comodísimos en la oposición. Hay una incógnita que no es menor, ¿los encuestados dicen realmente lo que piensan? En los últimos tiempos, la noche electoral, se recogen sorpresas desagradables debido a las expectativas del voto en las encuestas.
Cuatro personas significadas del movimiento independentista en prisión provisional, incluido el Vicepresident; el President de la Generalitat y cuatro Consellers en el exilio forzoso, una Autonomía zombí, y unas elecciones que no arreglarán nada, excepto profundizar en las heridas abiertas por el Gobierno central, son el panorama que nos aguarda a los electores.
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