Leer las portadas de los diferentes medios de comunicación, permiten hacerse una idea de los que realmente mandan detrás de esos medios. Así, en el ABC, nos da un titular contra el candidato Sánchez por “entregarse” al independentismo y en contra Rajoy. Al parecer, el independentismo no sólo es pernicioso, sino que además “debería” ser ilegal. El País, en cambio, nos da un titular más aséptico. Activar la moción de censura y la respuesta de Rajoy, rechazar la posibilidad de convocar elecciones. Mientras que “El Mundo”, rechaza la moción de censura de Sánchez, porque según ellos conduce a la desestabilización. “La Razón”, se preocupa porque desestabiliza la economía. No dice nada sobre la corrupción y un gobierno que está bajo mínimos a pesar de haber aprobado los Presupuestos, gracias al PNB. ”La Vanguardia”, ve dificultades en la moción de censura por las “condiciones de Cs”. En cambio, “El Periódico”, coloca a Sánchez, en la escena política, con perfil propio. Su titular, “Sánchez avança”, es lo suficientemente ambiguo para poder mañana, decir si la operación va en la bueno o mala dirección. ¿Por qué quiere decir que avanza? ¿Hacia dónde? ¿Con quién? Demasiadas incógnitas. “El Punt Avui”, titula “A la corda fluixa”. El titular expresa de manera objetiva, la delicada situación del Mariano Rajoy. En el “Ara” titula “Escac a Rajoy”. Un titular semejante al de “El Punt Avui”. Veremos cómo juega Sánchez sus cartas.
Las declaraciones de Montserrat Nebrera contra la política y el parlamentarismo han sido ampliamente recogidas por la prensa. Llama la atenció la capacidad de convocatoria de Montserrat Nebrera. No le ha gustado lo que ha visto en política y por eso se marcha del partido popular. Pero de sus declaraciones se desprende que no piensa tirar la toalla y plantea la posibilidad de crear una nueva plataforma política. En las diferentes tertulias -no eres nadie si no logras estar sentado en esas tertulias-, se planteaban las opciones que le convenían a la ahora dimisionaria. Que alguien dimita cuando es parlamentaria en las autonómicas del 2006 llama la atención, pues, no es habitual. Incluso cuando los escándalos por corrupción, los políticos implicados o presuntamente implicados, no dimiten, excepto, cuando los cesan, pero aún en este caso, se aferran al escaño parlamentario como si fuese de ello les dependiera la vida. Así, que la señora Nebrera no siento apego al sillón. Los tertulianos
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