La noticia de la muerte de cuatro personas en Barcelona, nos descubre el lado oscuro de la crisis. Mientras cientos de miles de vehículo viajaran por las carreteras hacia sus ciudades respectivas, el drama de la pobreza y marginación, se cobra estas víctimas. El lugar es uno de esos nombres rimbombantes con que Barcelona bautizó el distrito 22@, que ahora mismo el plan urbanístico que la incluía está parado por la crisis. La marginación no conoce de diseño, ni se pregunta ¿por qué unos solares están vacíos?, excepto por las paredes que impiden el acceso. Cuando la necesidad aprieta, cualquier lugar es bueno para instalarse. ¡ Los servicios sociales querían ayudar!, nos dicen los responsables políticos. Pero al parecer eran tan desagradecidos que no querían ayuda. Unos mueren víctimas de la pobreza y la marginación, y otros, producto de la circulación. En épocas de crisis cualquier excusa es buena para castigar a los pobres. Reducción drástica de ayudas en todos los frent...