De tanto en tanto es saludable desconectar del día a día de la política. Permite distanciarse y comprobar lo frágil que son los mensajes expuestos a las hemerotecas. Si además te encuentras en otro continente, lo que parece perentorio se convierte en relativo. He participado gracias al voto por correo. El 10-N hubo elecciones con la victoria pírrica del PSOE, el ascenso del PP y la culminación del desastre con VOX como tercera fuerza con 52 diputados. El descalabro sin paliativo de Cs con 10 escaños, mientras que Podemos aguantaba con 35. Las fuerzas nacionalistas, acumulaban capital electoral. Con una participación del casi 70% demuestra que el interés por la política sigue siendo importante. A Rivera le ha costado decir que ponía su cargo a disposición del partido, si fuera honesto y no lo es, tendría que haber dimitido y marcharse de la política. No hay excusas. Su soberbia y la falta de programa político han hecho naufragar un proyecto que sólo tenía un único o