Mientras el PSOE está consiguiendo el más difícil todavía. Cambia la Constitución, anuncia a los cuatro vientos que está en la senda de las “reformas” que después se comprueba que no sirven para nada, excepto, para ahondar en la deriva entre ciudadanos de primera y de segunda. La brecha de la pobreza se amplía y en vez de realizar política para reactivar la economía lo que se hace es reducirla. ¡Adiós a Keynnes!
CiU está que echa chispas. Se ve desalojada de su situación de bisagra. PSOE y PP deben estar encantados de dejar fuera a unos “pedigüeños” compulsivos. Deben pensar que antes de las elecciones es un momento perfecto para re-formar la Constitución, a pesar de que han pontificado que era intocable. Ya se ve que no, cualquier agencia de calificación que se permita “opinar sobre las autonomías” han hecho saltar las alarmas para cambiar lo que parecía un imposible. CiU sabe que no es una buena noticia. El gobierno de CiU siempre le ha gustado duplicar en clave catalana lo que se hace en el gobierno central.
CiU está que echa chispas. Se ve desalojada de su situación de bisagra. PSOE y PP deben estar encantados de dejar fuera a unos “pedigüeños” compulsivos. Deben pensar que antes de las elecciones es un momento perfecto para re-formar la Constitución, a pesar de que han pontificado que era intocable. Ya se ve que no, cualquier agencia de calificación que se permita “opinar sobre las autonomías” han hecho saltar las alarmas para cambiar lo que parecía un imposible. CiU sabe que no es una buena noticia. El gobierno de CiU siempre le ha gustado duplicar en clave catalana lo que se hace en el gobierno central.
Cataluña es cada vez más periférica y superflua. CiU quiere muchas cosas, pero no tiene fuerza, habrá que esperar a las elecciones generales para ver si existe una nueva correlación de fuerzas. Si el PP gana por mayoría absoluta –esperemos que no- CiU se verá obligado a jugar el clásico juego de la retórica nacionalista. Ambos son partidos de derechas y se entenderán a las mil maravillas en cuestiones de economía. Cada uno jugará sus bazas en cuestiones “nacionales”.
El PSC quiere demostrar que puede volver a estar otros veinte años en la oposición. El tripartito había demostrado que jugando la carta “nacional” se podía gobernar, pero esa “alma escindida” hace que se pretenda llevar como cabeza de cartel para las próximas elecciones a Carmen Chacón. ¡Oh! Tengo que reconocer que no entiendo su discurso. Lo dicho es una manera de hablar, porque nunca dice nada fuera del guión preestablecido. Afganistán es un lugar donde nuestras tropas ayudan a la población civil para integrar a hombres y mujeres en una nueva manera de hacer política. ¡Amén!
Desde CiU debe verse como un regalo del cielo que Carmen Chacón sea la cabecera del PSC. ERC está metida en un proceso de autodestrucción increíble e Iniciativa per Catalunya Verds que no acaba de encontrar un referente que sea capaz de aglutinar a la izquierda. Así que CiU debe frotarse las manos de cara a un futuro radiante para ellos y negro para la ciudadanía.
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