Cataluña será intervenida. Después de los recortes y el despliegue retórica acerca de lo que hay que hay que hacer, ahora, solicitarán al “Fondo de Liquidez Autonómica dinero para refinanciar los casi 5.500 millones de vencimientos en la segunda parte de 2012. Técnicamente, el recurso al Fondo de Liquidez no es una intervención del Estado; pero el hecho de que el dinero que necesitan las autonomías requiera fuertes ajustes como contrapartida permite asimilar la operación a un rescate” (El País, 25-7-2012).
En paralelo a su solicitud de ayuda al FLA, se debate en el Parlament de Catalunya la existencia del “Pacto Fiscal” con el Estado. El President Mas interviene en el Parlament para explicar el por qué, el cómo y el cuándo. El problema del Pacto Fiscal es que el gobierno central no permitirá que se plantee y argumentará que con la crisis actual no toca hablar de eso en estos momentos. ¿Tiene sentido que Cataluña transfiera una parte importante de su recaudación al Estado, cuando no puede cubrir sus propias necesidades? Además, las restantes Autonomías no estarán dispuestas a aceptar el bilateralismo que supone el Pacto. Una parte de las CCAA reciben fondos de los generados en Cataluña. CiU y el nacionalismo catalán han afirmado y no les falta razón que la solidaridad no puede ser ni infinita en el tiempo ni que empobrezca a la propia Comunidad. La deriva independentista cobra adeptos debido precisamente a la sensación de que todos quieren el dinero que sale de Cataluña pero nadie quiere escuchar lo que quiere decir Cataluña y sus necesidades. ¿Tiene sentido que Andalucía tenga libros gratuitos escolares y en Cataluña sean de pago? ¿Tiene sentido que los temporeros –hasta ayer, tuvieran subsidios de paro- por trabajar sólo 6 meses, mientras que en Cataluña, no hay esos subsidios? La percepción que se tiene es de agravio.
En tiempos de crisis, cuando la “prima de riesgo” sube, el IBEX baja, el paro está en cotas imposibles, cuando nuestra economía tiene un perfil plano, y el BCE no quiere saber nada de España, alguien pensará que el Pacto Fiscal es una frivolidad. Se equívoca. El gobierno del PP se debate entre el desastre y el rescate. Mientras que en el primer caso ya estamos en el segundo ponemos toda la retórica para escapar de ella. Cataluña ha pedido ayuda, su orgullo ha quedado maltrecho, a pesar de los recortes de diez mil millones de euros –retallades (recortes)- que hemos sufrido, todo para acogerse al rescate. España debería empezar por pensar en hacer lo mismo con respecto al rescate. Si no quiere seguir por esa senda, sólo le queda el camino de las elecciones anticipadas.
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