Después del sermón, ahora toca repensar lo dicho por nuestro mandatario. ¿No había pedido un crédito para salvar a los bancos? ¿No deberían ser ellos quienes asumieran todos los costes? Se ha trasladado a la ciudadanía todas las cargas que desde Bruselas ha impuesto para dar luz verde al rescate bancario. ¿No habíamos quedado que nuestro sistema bancario era modélico? ¡ Ah que sólo un 30% estaba averiado! Pues, las condiciones impuestas son absolutamente lesivas. Si el rescate nos va acostar a todos más que la pérdida de Bankia y restantes entidades, ¿no sería posible que se hundiesen ellos y no nosostros (la ciudadanía)?
De las palabras que el Presidente Rajoy destilo con su clásico tono insufrible de estar más allá de todo, se desprende que España está intervenida. En su discurso afirmaba que a él no le gustaba, pero que había que hacerlo. ¡ Si no le gusta que no lo haga! Los recortes es democracia es lo más llamativo. Reducir la representación popular en los Ayuntamientos parece una medida que sólo tiende a recrudecer el bipartidismo en la poblaciones pequeñas. Puestos a reducir gastos se podría haber empezado por una institución que en la práctica no ha servido de nada, excepto, para aparcar a polìticos quemados en sus respectivos grupos. Me refiero al Senado. Pero no, mejor los Ayuntamientos.
Estas "RECOMENDACIONES" de Bruselas son medidas que empobrecerán a la economía productiva, reducirán la renta de las personas por la vía indirecta del consumo IVA, no estimularán ni la demanda ni aumentará la producción. Así que la pregunta que se podría hacer es ¿para qué se hace? La democracia española está siendo sometida a un "cepillado" desde Bruselas que hace las instituciones elegidas en España no tengan virtualidad ninguna. ¿Acaso estas medidas eran las propuestas por el partido popular?
Los bancos deben dormir tranquilos. El Estado los avala y ampara. Como contrapartida, la ciudadanía tendrá que tragar los recortes sociales y las subidas de los precios. Recortes salariales debido al aumento de fiscalidad indirecta. ¡No han tocado los impuesto a los más ricos! Rajoy apeló a la fe para decirnos que todos estos sacrificios tendrán recompensa en un futuro más o menos lejano. Aun me duelen los oídos cuando decía aquellos de los caramelos y el IVA, ¿quién puede creerle?
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