Mientras el PSOE está consiguiendo el más difícil todavía. Cambia la Constitución, anuncia a los cuatro vientos que está en la senda de las “reformas” que después se comprueba que no sirven para nada, excepto, para ahondar en la deriva entre ciudadanos de primera y de segunda. La brecha de la pobreza se amplía y en vez de realizar política para reactivar la economía lo que se hace es reducirla. ¡Adiós a Keynnes! CiU está que echa chispas. Se ve desalojada de su situación de bisagra. PSOE y PP deben estar encantados de dejar fuera a unos “pedigüeños” compulsivos. Deben pensar que antes de las elecciones es un momento perfecto para re-formar la Constitución, a pesar de que han pontificado que era intocable. Ya se ve que no, cualquier agencia de calificación que se permita “opinar sobre las autonomías” han hecho saltar las alarmas para cambiar lo que parecía un imposible. CiU sabe que no es una buena noticia. El gobierno de CiU siempre le ha gustado duplicar en clave catalana lo que s